10 errores de belleza
A veces nuestra intención de vernos hermosas hace que sin querer cometamos errores gravísimos en nuestro make-up o look, así que para que no te pase ni te vuelva a suceder, te contamos algunos de los más comunes.
1. Exceso de perfume: Habla súper bien de nosotras querer oler bien, pero en exceso genera rechazo al olfato de otros.
2. Mucha base: Nuevamente pasa lo mismo, si nos ponemos mucha base, nuestra piel va a quedar empastada, o parecer un glaseado de pastel, y definitivamente eso no es lo que queremos.
3. Pestañas exageradas: A todas nos encanta tener unas pestañas grandes y marcadas, pero si abusamos de la máscara para pestañas vamos a parecer un dibujito animado.
4. Gloss pegajoso: Si nos ponemos de más, la boca pierde su frescura y lo lindo del brillo delicado en los labios. Si utilizamos muchísimo gloss, va parecer que nuestra boca es alguna trampa para insectos, más que make-up.
5. Bronceado excesivo: ¿A quién no le gusta tener un poco de color? El problema es cuando la gente abusa de la cama solar, o mismo de tomar mucho sol. No queda para nada bien, y mucho menos si estamos en una estación del año en donde es imposible obtener ese color naturalmente.
6. Pelo duro: Con el afán de que nuestro peinado quede tal cual como queremos, muchas chicas usan fijador para cabello. El problema es que al usarlo desmedidamente, su pelo queda rígido como el de una muñeca, y eso queda feísimo.
7. Smokey eyes recargado: Esta técnica de maquillaje queda genial para eventos nocturnos, pero.. Si se nos va la mano con la cantidad de make-up vamos a parecer mapaches.
8. Nail art desastroso: Todo bien con el nail art, nos encanta la creatividad, pero tampoco irnos al otro extremo. La delicadeza ante todo.
9. Dientes blancos radiantes: Siempre fomentamos la limpieza, higiene y cuidado personal. Pero es obvio que no hay dientes blancos como la leche, y muchas chicas se hacen tratamientos en el dentista para que así se vean. La verdad, siempre lo ficticio, queda mal y se nota.
10. Ser una puerta pintada: Maquillarnos en general demasiado termina siendo feo, y no destacando ninguna parte de nuestra cara.
